El domingo pasado, en vísperas del cumpleaños de Bogotá, gracias a la invitación de la mamá de Ruri asistí a una reunión familiar en la cual se tenía pensado el buen plan de elevar cometa y jugar un pequeño partido en el «potrero» más cercano.

Pues bien, debido al cada vez más extraño estado metereológico de la ciudad el plan de elevar cometa se cancelo, sin embargo, se decidió ir al pueblo de Sopo a Alpina.

Bueno, en 3 carros nos enrrutamos por la vía la calera (una de las salidas de Bogotá, en el camino es posible encontrar rumbeaderos, miradores, restaurantes y varios lugares para cabalgar en caballos al igual que otras interesantes actividades), finalmente conocí ese pueblo en cercanías de la ciudad, no es una población muy grande, pero es demasiado alejada de la ciudad, lo curioso es que he conocido personas que viven allá y estudían o trabajan en la ciudad de Bogotá.

Bueno, finalmente luego de un rato viendo el paisaje, lluvia y la maravilla de la sabana llegamos a Sopo, el cual es otra población que a la cual se puede acceder ya sea por la vía la calera o la autopista norte, a 25 kilómetros de Bogotá vía Tunja. Allí, llegamos a la planta de Alpina, en dicho lugar degustamos unos deliciosos postres y pasamos un curioso chascarrillo del cual algún día hablare. Aquí una foto de la planta, no pude tomar una del interior de «La cabaña» ya que había mucha gente alrededor.

Que bonito lugar, además hace como dos semanas una amiga me comento como era el estilo de trabajo en Alpina, me agrado mucho lo humanas que son algunas empresas colombianas cosa que muchas extranjeras que conozco NO LO HACEN.

Así que, ¿Vamos a Alpina?

One Comment

  1. Ruri Himura

    que bien que te gustó el paseito, aún no puedo creer que nunca habias ido… luego nos vamos al jaime Duque cuando consiga los pases 🙂

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