Marzo 2010 logré obtener mi título de ingeniero de sistemas (Debió haber sido en el 2008 o 2009 pero… la tesis)
Marzo 2017 logré obtener mi título de técnico de cocina, conocido en el mundo mejor como cocinero. No chef, ese es afín a cuando los pilotos acumulan muchas horas de vuelo y llegan a ser jefes, de momento, sólo se es cocinero.
Hay que ponerle sabor a la vida y bueno, eso ha sido.
Dedicarme de tiempo completo a la cocina no es algo inmediato, teniendo en cuenta que en la ingeniería ya llevo más de 10 años, pero he decidido que es parte de mi plan de vida, no sólo mi plan B, sino también la oportunidad de darle en ciertos momentos, aire a la mente, sabor al cuerpo y alegría al alma.
Tras años de estudio y estudio, cursos, certificaciones, docencia, etc, se es más consiente que un cartón de un título conferido por una institución no te hace bueno en lo que dice el trozo de papel, sólo las experiencias, el esfuerzo, la dedicación es lo que te permite llegar a ser un buen ingeniero, un excelente cocinero… Pero debo decir que este logro personal tuvo un algo especial, la dificultad de iniciar algo desde cero, el enfrentarte a retos que no son tan similares a los de la vida ingenieril, manejar exactitud de arquitecto al abordar la pastelería y encontrar en la gestión de las masas, la panadería, la paz interior.
Entonces si, a mis 32 años soy ingeniero y soy cocinero, dos pasiones, dos mundos y cada día busco encontrar como unirlos.